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Acuerdo de Escazú: el Gobierno presentó los compromisos para cumplir con el derecho a la información ambiental

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Desde este lunes y durante tres días, representantes de varios países se reunieron en Santiago, Chile, en el marco de la Conferencia de las Partes (COP) firmantes del Acuerdo de Escazú. La cumbre climática busca hacer un seguimiento del pacto al que suscribió la Argentina en 2018, que pondera el rol del público en la toma de decisiones ambientales y la protección de activistas, en tanto América Latina es la región con más asesinatos de manifestantes ecologistas a nivel mundial.

Este martes, Augusto Paz, director de Relaciones Institucionales de la Subsecretaría de Ambiente y representante del Gobierno en esta conferencia, dio a conocer el plan del Ejecutivo para cumplir con el compromiso asumido: “En materia de participación pública, estamos trabajando en el proceso de elaboración participativa de normas para implementar en proyectos futuros. Además, estamos iniciando un trabajo conjunto con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas para incorporar su perspectiva en las acciones que demande el acuerdo a nivel nacional”.

En rigor, el Acuerdo de Escazú, que la Argentina firmó en 2018 y ratificó en 2020 a través de la ley 27.566, es un acuerdo regional ambiental de América Latina que pone el foco en la participación de los ciudadanos en las decisiones que los Estados tomen sobre el ambiente.

Sus premisas son garantizar el derecho al acceso a la información, a la participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y al acceso a la justicia en estos asuntos. En tanto, es el primer acuerdo de este tipo a nivel mundial que contempla disposiciones específicas sobre defensores ambientales.

"No hay planeta B" es uno de los lemas de los activistas ambientales. (Foto: Gentileza El Grito del Sur)
«No hay planeta B» es uno de los lemas de los activistas ambientales. (Foto: Gentileza El Grito del Sur)

Al respecto, durante la segunda jornada del evento, Augusto Paz expuso las claves en las que trabaja la Subsecretaría de Ambiente para concretar acciones. “En el ámbito de la sociedad civil, se está llevando a cabo un diagnóstico sobre la situación de las personas, grupos y organizaciones que defienden el ambiente en Argentina, con el fin de enriquecer el conocimiento oficial y buscar soluciones para sus diferentes realidades”, expresó el funcionario.

Consultado por TN, Paz agregó algunos detalles sobre los puntos en los que trabajará el Gobierno para cumplir con Escazú. “Estuvimos trabajando en facilitar el acceso a la participación, lo que hicimos fue hacerlo más digital y así le damos más lugar a la gente a participar. Y flexibilizamos los plazos e hicimos más accesibles las normas para que la ciudadanía pueda entenderlas”, dijo.

En cuanto a la capacitación, el Gobierno trabaja en la actualización del programa de formación para funcionarios y equipos técnicos nacionales, incorporando contenidos específicos sobre el Acuerdo de Escazú. También se están realizando esfuerzos para promover la educación ambiental a través de material audiovisual que pueda ser utilizado en diferentes ámbitos y niveles educativos. También de manera digital y articulando con provincias y municipios.

“Estamos promoviendo acuerdos con diversas áreas de organismos, tales como la Secretaría de Geoeconomía, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, y el Instituto Geográfico Militar Nacional. El objetivo de estos acuerdos se centra en identificar la información ambiental con que cuentan los organismos, generar intercambios, unificar los formatos de publicación y avanzar en la geo-representación de datos. Esto surgió a partir de un diagnóstico que nos mostró que usamos todos bases distintas. Dentro de nuestras secretarías, cuando tuvimos que empezar a mitigar nuestras bases, descubrimos que teníamos 10 tipos de visualizadores distintos de información”, señaló Paz.

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Condenan al hacker finlandés que chantajeó a más 33.000 pacientes de psicoterapia

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En un caso sin precedentes que ha sacudido a Finlandia, Julius Kivimäki, un ciberdelincuente de 26 años, fue condenado después de intentar chantajear a 33,000 personas con las notas confidenciales de sus terapias las cuales extrajo de los servidores de Vastaamo, la mayor empresa de psicoterapia de esta nación europea.

Kivimäki, que estuvo implicado en actividades relacionadas con hackers desde los 13 años, fue declarado culpable de múltiples delitos, incluyendo el chantaje masivo a pacientes, después de que estos se negaron a pagar rescates por la confidencialidad de sus historias personales.

Además, es importante resaltar que este juicio marca el mayor caso penal en la historia de Finlandia, dada la magnitud de víctimas afectadas y como resultado, dejó una condena de seis años y tres meses de prisión para el implicado.

Cómo se produjo el chantaje masivo

Kivimäki cometía delitos cibernéticos desde su adolescencia. (Lehtikuva)Kivimäki cometía delitos cibernéticos desde su adolescencia. (Lehtikuva)

El chantaje comenzó cuando Kivimäki exigió a Vastaamo un rescate de aproximadamente 427.000 dólares (400.000 euros). Tras la negativa de la empresa a pagar, envió correos electrónicos a miles de pacientes, pidiendo 214 dólares a cambio de no divulgar sus datos personales.

Un error cometido por el ciberdelincuente que le permitió a la policía descubrir un servidor que contenía valiosa información para llevar a cabo su condena. La cual también se logró gracias a un análisis forense digital sin precedentes y el seguimiento de criptomonedas.

El chantaje comenzó cuando Kivimäki exigió a Vastaamo un rescate de aproximadamente 427.000 dólares.  (Lehtikuva)El chantaje comenzó cuando Kivimäki exigió a Vastaamo un rescate de aproximadamente 427.000 dólares. (Lehtikuva)

El acusado declaró su inocencia a lo largo del proceso, a pesar de haber huido a París y ser capturado con una identidad falsa. En contraste, la persistencia de Kivimäki en su actividad delictiva, incluso después de una condena previa en su adolescencia, subraya el carácter inusual y desafiante de este caso.

“Lo que importa es que este delincuente, despiadado y absolutamente carente de empatía, sea condenado a prisión”, señaló una de las víctimas, Tiina Parikka, evidenciando el impacto humano fundamentalmente negativo detrás de los delitos cometidos por este joven.

Por qué condenaron a un trabajador de Vastaamo

La investigación reveló que las bases de datos de Vastaamo eran vulnerables. (Lehtikuva)La investigación reveló que las bases de datos de Vastaamo eran vulnerables. (Lehtikuva)

La investigación reveló que las bases de datos de Vastaamo eran vulnerables y estaban accesibles en Internet sin las medidas de protección adecuadas, lo que llevó a una condena también para el jefe de la compañía, Ville Tapio, por no asegurar la información confidencial de los clientes.

Tapio recibió una condena suspendida de tres meses de prisión el año pasado, mientras que la empresa se vio obligada a cerrar tras el escándalo.

Respecto a las víctimas de este chantaje masivo, estas sufrieron un gran impacto, con al menos un suicidio directamente vinculado al caso. “Muchas personas se vieron afectadas por esto de muchas maneras”, compartió Parikka, destacando la profundidad del sufrimiento causado.

Además de las secuelas psicológicas directas, este evento ha tenido un efecto dominó, afectando la percepción de la seguridad digital en el ámbito de la salud mental.

Qué sigue en el caso Vastaamo

Kivimäki fue condenado a seis años y tres meses de prisión. (Lehtikuva)Kivimäki fue condenado a seis años y tres meses de prisión. (Lehtikuva)

El caso Vastaamo no termina con la condena de Kivimäk y es muy probable que ahora comiencen procesos en tribunales civiles en un intento de obtener una compensación para algunas de las víctimas del ataque, marcando el próximo capítulo en esta larga y dolorosa saga.

Aunque lo que sí concluye una ola de cibercrimen iniciada por Kivimäki desde su adolescencia, quien era conocido en los círculos en línea como Zeekill y era un miembro clave de múltiples bandas de ciberdelincuentes. De hecho, su historial de delitos se extendió desde 2009 hasta 2015, dejando un camino de caos y desorden.

Y pese a que recibió una condena juvenil a los 15 años, lo cierto es la que la falta de una pena privativa de la libertad fue vista por muchos expertos como una respuesta insuficiente para disuadir su conducta delictiva.

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