Connect with us

Sociedad

A un mes del crimen del empresario asesinado en Pilar, detuvieron a la empleada doméstica

Published

on

A un mes del crimen de Roberto Eduardo Wolfenson Band, el empresario asesinado en un country de Pilar, detuvieron a la empleada doméstica que trabajaba en la casa en la que ocurrió el homicidio. La mujer se encontraba reemplazando a la titular y llevaba un mes prestando servicios en el domicilio ubicado en el barrio privado La Delfina.

Según indicó el periodista Sebastián Domenech a TN, la investigación apuntó contra ella cuando descubrieron que el homicidio ocurrió el último día en el que ella iba a trabajar en el lugar.

Además, en un allanamiento llevado a cabo por la DDI de San Isidro en la casa de la sospechosa, se secuestró un parlante rojo que sería de la víctima, el cual fue reconocido por la exmujer de Wolfenson Band. En ese momento, también había señalado que le faltaban los guantes de látex con los que la empleada trabajaba.

El cuerpo del empresario fue encontrado dentro de su casa con el rostro y sus manos ensangrentadas. Aunque en un principio se creyó que había sido víctima de un infarto y que las heridas eran producto de una caída tras sufrir la descompensación, el informe de los forenses reveló que el jubilado de 71 años fue estrangulado.

Tras ser ser descubierto por su profesor de piano, que acudió al domicilio como lo hacía normalmente, el personal de seguridad se comunicó con la esposa de Wolfenson Band, que no se encontraba en ese momento en la casa, y la mujer autorizó a los custodios del lugar para que ingresen junto al profesor y a un vecino de confianza. Así fue como encontraron muerto al hombre.

La trama secreta detrás del crimen del empresario en Pilar

El abogado de la familia de Roberto Wolfenson Band (71) dio detalles de los avances de la causa. En diálogo con TN, el letrado Tomás Farini Duggan cuestionó el accionar de los médicos forenses que certificaron una muerte natural. “Vamos a pedir que los investiguen. Nos resulta llamativo que digan que fue por un paro cardiorrespiratorio cuando el cuerpo mostraba a las claras que había sido un homicidio”, expresó.

“Cualquier persona se da cuenta de que no fue una muerte natural, porque su cara estaba llena de sangre, había una mancha de sangre muy grande alrededor del cuerpo, tenía signos de defensa en las manos y en los dedos, también golpes en la cara que se veían a simple vista”, sostuvo.

Wolfenson tenía 71 años y vivía en el country La Delfina en Pilar. (Foto: gentileza Clarín)
Wolfenson tenía 71 años y vivía en el country La Delfina en Pilar. (Foto: gentileza Clarín)

“Él no era un paciente grave, solamente tenía una arritmia, que no era compatible con un infarto de miocardio que habría sufrido. La escena tampoco era compatible con un infarto”, agregó.

“Hay que investigarlos a los dos médicos que firmaron el certificado de defunción. Ellos lograron entorpecer la causa, porque la escena fue dañada. Una vez que se llevaron el cuerpo, se limpió el lugar”, denunció.

La autopsia que se hizo al cuerpo de Wolfenson Band determinó que fue estrangulado con un cable fino, posiblemente una tanza. “El que lo mató tendría que tener sus manos marcadas, a menos que haya usado esos guantes que se encontraron en la habitación”, dijo.

Además, se confirmó que el empresario fue sorprendido por el asesino por la espalda, por alguien con contextura física grande. La víctima intentó defenderse y por eso le hallaron marcas de defensa en las manos.

La víctima vivía con su esposa en el barrio cerrado La Delfina, pero la mujer no estaba en la casa cuando lo encontraron. (Foto: gentileza Pilar de Todos).
La víctima vivía con su esposa en el barrio cerrado La Delfina, pero la mujer no estaba en la casa cuando lo encontraron. (Foto: gentileza Pilar de Todos).

Según el abogado, “el cuerpo fue puesto” en la habitación y la muerte se produjo en otra parte de la vivienda del barrio privado. “Yo creo que el cuerpo fue instalado en el lugar, porque la cabeza estaba abajo de la estufa y no tenía ningún rastro de sangre. Si hubiera muerto ahí, la estufa tendría que tener al menos una pincelada o arrastre de sangre. El cuerpo no estaba ahí, alguien lo puso”, sostuvo.

“Con luminol se determinó que había pequeñas manchas de sangre en otras partes de ese cuarto: en el colchón y en la pared arriba de la cama”, añadió.

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Bienestar

Sisifemia, el nuevo trastorno laboral vinculado a la mitología griega que puede llevar al colapso psicológico

Se trata de una condición que padecen muchos trabajadores en su entorno laboral. Las señales para advertirla a tiempo.

Published

on

By

Muchas veces intentamos llegar a hacer todas las tareas que tenemos en nuestro trabajo, además de buscar la perfección y cumplir las expectativas que los demás pusieron en nosotros, pero esta situación puede ser muy nociva, ya que se trata de un espiral sin fin en el que pierde el que se exige más de lo que puede dar.

La sisifemia es uno de los problemas más habituales en el entorno laboral: personas atrapadas en trabajos que solo les proporcionan desmotivación, en los que se exigen cada vez más sin obtener una recompensa de ningún tipo a cambio y que puede generar problemas de salud importantes.

Muchas veces buscamos la perfección en todo lo que hacemos y eso no es bueno. (Foto: Adobe Stock)
Muchas veces buscamos la perfección en todo lo que hacemos y eso no es bueno. (Foto: Adobe Stock)

Procedente de la mitología griega (Sísifo, condenado a una vida monótona) este término habla de la obsesión por el resultado final y la aprobación ajena, carente de autoestima y de la falta de sentido y significado a nuestras tareas laborales habituales. La sisifemia tiene mucho que ver con la falta de autoestima y la necesidad constante de validación externa. Este concepto provoca frustración y, según indicó la psicóloga española Fátima Castaño, el principal problema es el exceso de autoexigencia y la incapacidad de poner límites.

Los peligros de la tendencia a la sobreexigencia

A pesar de que la doctora considera que la palabra sisifemia no se utiliza como terminología diagnóstica técnica, el concepto se fundamenta “en la tendencia de la sociedad actual a la sobreexigencia, a esa falta de capacidad para decir ‘no’ que resulta tan nociva para la salud mental”.

“Me encuentro a menudo con que los pacientes establecen objetivos demasiado elevados. Si nos anotamos a hacer deporte hay que darlo todo y llegar a metas inalcanzables, si iniciamos un trabajo nuevo, queremos ascender rápido y que nuestro sueldo suba y suba, si somos madres, tenemos que ser supermujeres que lleguen a absolutamente todo”, dijo.

La especialista indicó que nos generamos demasiadas expectativas a nivel social, alimentadas en gran parte por las redes sociales en las que sólo se comparte lo bueno y damos por hecho que así debe ser. “Nos autoimponemos llegar a los estándares de calidad que vienen predeterminados socialmente, sin poner ningún tipo de filtro. Hay que llegar y no nos planteamos no poder llegar”, expresó.

Sobreexigirnos en el trabajo es perjudicial para nuestra salud. (Foto: Adobe Stock)
Sobreexigirnos en el trabajo es perjudicial para nuestra salud. (Foto: Adobe Stock)

Esta tendencia social generalizada a decir que ‘sí’ a todo, a buscar la perfección constante en el entorno laboral, a cumplir con lo que los demás esperan de nosotros, nos puede llevar al colapso psicológico, al estrés desmedido y a una frustración peligrosa por no poder cumplir con los requerimientos en los que nos embarcamos, añadió. “Tenemos que trabajar duro para volver a lo que deben ser nuestros estándares alcanzables, qué podemos hacer y qué no, cuáles son nuestras funciones reales y objetivas en función del rol para el que hemos sido contratados, nuestro sueldo y redefinir nuestro puesto recuperando el sentido común”, dijo.

Dónde están los límites

No saber decir que no y asumir todas las tareas sin ningún control de posibilidades es un grave error que sólo puede ocasionarnos problemas importantes de salud, tanto mental como física. Castaño indicó que, si lo que buscamos es una mejora o un ascenso en nuestro puesto de trabajo, que es lícito, es fundamental que orientemos nuestros objetivos y nuestros quehaceres en la dirección correcta, teniendo muy presentes siempre los límites necesarios para no morir en el intento.

La psicóloga considera que el límite va a estar en nuestra propia capacidad y en nuestra salud. “Me encuentro demasiado a menudo a personas que no saben identificar las señales que a veces el organismo nos da, esas en las que alerta de la necesidad de un descanso”, dijo y agregó: “Muchas veces la autoexigencia con nosotros mismos viene propiciada porque necesitamos encontrar la aceptación del otro. Necesitamos ese reconocimiento que nos hace buscar siempre más y más y entramos en un bucle interminable, un pozo sin fondo”.

Lo más importante es empezar a trabajar la autoestima personal, conseguir no estar tan condicionados al refuerzo externo. Para poner límites, lo primero y más importante es aprender a parar y escucharnos. Desde el silencio interior, será más fácil reconocer esas llamadas de atención del cuerpo, para poder prevenir.

Señales que alertan del problema

Algunas señales que pueden alertarnos de que la sisifemia se adueñó de nosotros tienen que ver con las dificultades para concentrarnos, así como detectar fallos ‘tontos’ en el trabajo, malestar en las relaciones motivadas por las comparaciones, ‘porque no llego a los objetivos’ y, por supuesto, la sensación de estrés asfixiante, la angustia diaria.

Un malestar general prolongado en el tiempo es una señal inequívoca de que algo no va como debería, de que no somos felices con lo que hacemos y que la angustia se está adueñando de nuestras tareas. Una vez que lo hemos identificado, el siguiente paso será poner medidas empezando por ajustar los ritmos y tiempos del trabajo. Hay que tomarse en serio trabajar la autoestima para descubrir qué es lo que nos hace felices en el entorno laboral.

Una vez visualizamos los objetivos laborales reales, debemos empezar a quitarnos todo aquello que sea accesorio o complementario, que no sea absolutamente necesario. La solución pasa por enfocarnos en cuestiones que sean saludables, que nos hagan sentir bien por nosotros mismos, dijo la experta.

Continue Reading

TENDENCIAS

Copyright © 1998 FUNDACION GRUPOCLAN prensagrupoclan@gmail.com