Este martes se desarrolló el velatorio de César Luis Menotti, fallecido el domingo a los 85 años. La ceremonia fue en el predio que la Asociación del Fútbol Argentino tiene en la ciudad bonaerense de Ezeiza, que lleva el nombre de Lionel Andrés Messi.

El funeral fue en el microestadio de futsal y pudo ser concurrido exclusivamente por familiares, amigos y personalidades destacadas del fútbol. Cerca de las 15.30 se realizó una pequeña misa y el presidente de la AFA, Claudio Tapia, fue uno de los encargados de llevar el féretro.

Lionel Scaloni, presente en el velorio de Menotti

El técnico de la Selección argentina, Lionel Scaloni, llegó al predio alrededor de las 9.40 horas acompañado por sus compañeros del cuerpo técnico, Pablo Aimar y Fabián Ayala. También se hicieron presentes el Pato Fillol, Alberto Tarantini, Daniel Bertoni, Daniel Passarella, José Pekerman y Lalo, hermano de Diego Armando Maradona, entre otras personalidades destacadas.

Más tarde se sumaron Javier Mascherano, Carlos Babington, Rubén Capria Gustavo Barros Schelotto, Juan Simón, el periodista Norberto “Ruso” Verea y los dirigentes Noray Nakis, Fabián Berlanga y Víctor Blanco, entre otros.

El adiós a César Luis Menotti

Menotti, nacido en Rosario y quien condujo a la selección argentina al título mundial en 1978, murió poco antes de la final de la Copa de la Liga Profesional entre Estudiantes de La Plata y Vélez Sarsfield en Santiago del Estero.

Menotti había pasado diez días internado a principios de abril en el Sanatorio Agote del barrio de Recoleta, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Le habían diagnosticado un cuadro de anemia de severa. Tras ser dado de alta, había regresado a su casa junto a su familia.

“Menotti murió por un cáncer de estómago. Tenía metástasis por todo el cuerpo. Cuando le dieron el alta hace un par de semanas, ya estaba con cuidados paliativos. Ayer volvió a ser internado en el Agote y murió hoy”, escribió el periodista Diego Borinsky muy cercano al “Flaco”.

El “Flaco”, que en el último tiempo había trabajado como Director General de Selecciones Nacionales, fue un transgresor a la hora de jugar al fútbol, en donde priorizaba la ofensiva por sobre todas las cosas. Su estilo agresivo, de buen trato de pelota y la constante asociación entre los futbolistas dentro de la cancha lo convirtieron en uno de los referentes mundiales.