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Habló una de las baleadas por una policía que se subió a un juego en Uruguay: “Empecé a gritar que paren”

Una menor y una joven fueron heridas de bala en sus glúteos en el concurrido Parque Rodó de la capital uruguaya

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(Desde Montevideo, Uruguay) – El juego del “Mambo” del Parque Rodó de Montevideo iba casi por la mitad de su recorrido cuando una joven que estaba encima de este sintió un ruido parecido al de una bomba. Fue una especie de explosión que le cayó justo detrás de donde estaba sentada e inmediatamente comenzó a sentir olor a pólvora. Para su sorpresa, se trataba de un disparo que había sido efectuado por una mujer policía que estaba encima del juego.

Fue un insólito y confuso accidente que se vivió en el parque de juegos mecánicos más popular de Montevideo, ubicado en la concurrida zona del Parque Rodó, que está sobre la rambla costanera que da al Río de la Plata. El “Mambo” es un juego que tiene una forma de plato y gira sobre su eje a toda velocidad mientras los participantes están sentados uno al lado del otro formando un círculo.

El tiro que se le escapó a la policía hirió a dos hermanas, de 22 y 13 años, que estaban sentadas en ese juego.

“Nosotras nos sentamos y al lado de nosotras había una chica. Yo me senté en el medio y ella a la derecha, a la izquierda estaba mi hermana. El juego empezó a andar y a la mitad siento el ruido de una explosión, como si hubieran tirado una bomba o algo para adentro del Mambo. Me cayó atrás y sentí olor a pólvora, a fuego artificial”, relató la joven herida al noticiero Subrayado de Canal 10.

La mujer comenzó a sentir que le ardía una parte de su cuerpo y se tocó con su mano. Cuando la miró, estaba llena de sangre. “Empecé a gritar por favor que paren el juego. La muchacha también empezó a pedir por favor”, narró. La música estaba muy alta y era difícil escuchar esos pedidos.

Así es el "Mambo" del Parque Rodó, el juego mecánico en el que ocurrió el accidente (Instagram: Parque Rodó/@parquerodotuparque)Así es el «Mambo» del Parque Rodó, el juego mecánico en el que ocurrió el accidente (Instagram: Parque Rodó/@parquerodotuparque)

Después de 10 o 15 segundos, lo pararon y ella me dijo que era policía. Yo no entendía nada hasta que me explicaron. Ella tenía una mochilita y se había disparado un arma. Al estar al lado de la muchacha, a mí me entró por una nalga, me salió por la otra y se me cortó todo”, comentó.

Después de que el tiro le saliera de su cuerpo, pasó hacia su hermana. “Se le incrustó la bala entre medio de las dos nalgas”, aseguró.

Su relato coincide con el que había brindado la trabajadora. La funcionaria policial había relatado que cuando el juego comenzó a moverse el arma se detonó y dos mujeres que estaban a su lado sufrieron las heridas. Dijo que pidió que pararan el juego y que llamó a otros efectivos policiales. Además, solicitó la emergencia médica para ambas. La mayor de edad sufrió la herida en el glúteo izquierdo y la menor en el derecho. Las dos fueron trasladadas a un hospital y están fuera de peligro.

La Fiscalía consultará a las heridas para ver si realizan una denuncia penal y coordinarán con el médico forense. En caso de que se pueda extraer el proyectil, la Policía Científica debe realizar las pericias correspondientes, informó el medio local El Observador.

Algunos de los presentes compartieron el video en las redes sociales y, en caso que haya una investigación, la fiscalía también analizará las filmaciones de las cámaras particulares para aclarar lo que ocurrió.

En algunos videos subidos a TikTok se aprecia la confusión que generó este episodio cuando ya estaba entrada la noche del sábado. Uno de los usuarios registró la llegada de la emergencia móvil y de una patrulla policial.

Otro video de la misma red social ve la atención primaria que hubo en el “Mambo” a las mujeres heridas.

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Condenan al hacker finlandés que chantajeó a más 33.000 pacientes de psicoterapia

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En un caso sin precedentes que ha sacudido a Finlandia, Julius Kivimäki, un ciberdelincuente de 26 años, fue condenado después de intentar chantajear a 33,000 personas con las notas confidenciales de sus terapias las cuales extrajo de los servidores de Vastaamo, la mayor empresa de psicoterapia de esta nación europea.

Kivimäki, que estuvo implicado en actividades relacionadas con hackers desde los 13 años, fue declarado culpable de múltiples delitos, incluyendo el chantaje masivo a pacientes, después de que estos se negaron a pagar rescates por la confidencialidad de sus historias personales.

Además, es importante resaltar que este juicio marca el mayor caso penal en la historia de Finlandia, dada la magnitud de víctimas afectadas y como resultado, dejó una condena de seis años y tres meses de prisión para el implicado.

Cómo se produjo el chantaje masivo

Kivimäki cometía delitos cibernéticos desde su adolescencia. (Lehtikuva)Kivimäki cometía delitos cibernéticos desde su adolescencia. (Lehtikuva)

El chantaje comenzó cuando Kivimäki exigió a Vastaamo un rescate de aproximadamente 427.000 dólares (400.000 euros). Tras la negativa de la empresa a pagar, envió correos electrónicos a miles de pacientes, pidiendo 214 dólares a cambio de no divulgar sus datos personales.

Un error cometido por el ciberdelincuente que le permitió a la policía descubrir un servidor que contenía valiosa información para llevar a cabo su condena. La cual también se logró gracias a un análisis forense digital sin precedentes y el seguimiento de criptomonedas.

El chantaje comenzó cuando Kivimäki exigió a Vastaamo un rescate de aproximadamente 427.000 dólares.  (Lehtikuva)El chantaje comenzó cuando Kivimäki exigió a Vastaamo un rescate de aproximadamente 427.000 dólares. (Lehtikuva)

El acusado declaró su inocencia a lo largo del proceso, a pesar de haber huido a París y ser capturado con una identidad falsa. En contraste, la persistencia de Kivimäki en su actividad delictiva, incluso después de una condena previa en su adolescencia, subraya el carácter inusual y desafiante de este caso.

“Lo que importa es que este delincuente, despiadado y absolutamente carente de empatía, sea condenado a prisión”, señaló una de las víctimas, Tiina Parikka, evidenciando el impacto humano fundamentalmente negativo detrás de los delitos cometidos por este joven.

Por qué condenaron a un trabajador de Vastaamo

La investigación reveló que las bases de datos de Vastaamo eran vulnerables. (Lehtikuva)La investigación reveló que las bases de datos de Vastaamo eran vulnerables. (Lehtikuva)

La investigación reveló que las bases de datos de Vastaamo eran vulnerables y estaban accesibles en Internet sin las medidas de protección adecuadas, lo que llevó a una condena también para el jefe de la compañía, Ville Tapio, por no asegurar la información confidencial de los clientes.

Tapio recibió una condena suspendida de tres meses de prisión el año pasado, mientras que la empresa se vio obligada a cerrar tras el escándalo.

Respecto a las víctimas de este chantaje masivo, estas sufrieron un gran impacto, con al menos un suicidio directamente vinculado al caso. “Muchas personas se vieron afectadas por esto de muchas maneras”, compartió Parikka, destacando la profundidad del sufrimiento causado.

Además de las secuelas psicológicas directas, este evento ha tenido un efecto dominó, afectando la percepción de la seguridad digital en el ámbito de la salud mental.

Qué sigue en el caso Vastaamo

Kivimäki fue condenado a seis años y tres meses de prisión. (Lehtikuva)Kivimäki fue condenado a seis años y tres meses de prisión. (Lehtikuva)

El caso Vastaamo no termina con la condena de Kivimäk y es muy probable que ahora comiencen procesos en tribunales civiles en un intento de obtener una compensación para algunas de las víctimas del ataque, marcando el próximo capítulo en esta larga y dolorosa saga.

Aunque lo que sí concluye una ola de cibercrimen iniciada por Kivimäki desde su adolescencia, quien era conocido en los círculos en línea como Zeekill y era un miembro clave de múltiples bandas de ciberdelincuentes. De hecho, su historial de delitos se extendió desde 2009 hasta 2015, dejando un camino de caos y desorden.

Y pese a que recibió una condena juvenil a los 15 años, lo cierto es la que la falta de una pena privativa de la libertad fue vista por muchos expertos como una respuesta insuficiente para disuadir su conducta delictiva.

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