Los demócratas se frotan las manos. Por primera vez una exfuncionaria del gobierno de Donald Trump declaró que el expresidente era consciente de que sus denuncias de fraude electoral eran falsas y que intentó tomar el volante del vehículo presidencial para sumarse a las protestas violentas del 6 de enero de 2020 que derivaron en el asalto al Capitolio.
El testimonio de Cassidy Hutchinson, exasistente del jefe de gabinete de la Casa Blanca Mark Meadows, ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga este capítulo oscuro de la historia estadounidense, dejó al exmandatario contra las cuerdas.
En su declaración dijo que Trump estaba al tanto de la violencia potencial que causarían los manifestantes armados y aseguró que incluso las alentó. Según su relato, exigió que lo llevaran al Capitolio para estar con sus partidarios después de que la violencia ya había estallado, arremetiendo contra el Servicio Secreto cuando la orden fue rechazada, según una anécdota de un tercero que Hutchinson contó en la audiencia.
Un Trump fuera de sí forcejeó por el control del vehículo blindado
Hutchinson declaró que Trump sabía que sus partidarios estaban armados, incluso con pistolas Glock y rifles semiautomáticos estilo AR-15 y que no le importaba. Además, les dijo que marcharan al Capitolio y “lucharan como locos”.
La exfruncionaria contó que Trump tomó el volante de la camioneta presidencial cuando el Servicio Secreto se negó a dejarlo ir al Capitolio.
Hutchinson señaló que Trump forcejeó con un agente de seguridad por el control de la camioneta presidencial el 6 de enero y que exigió que lo llevaran al Capitolio cuando comenzó la insurrección.
Incluso afirmó que le contaron que el jefe del equipo de Seguridad tomó del brazo a Trump para evitar que tomara el control del vehículo blindado, y que el mandatario usó su otro brazo para golpearlo.
Los investigadores del asalto al Capitolio hablan de “una prueba irrefutable”
”Esta es la prueba irrefutable”, dijo Sol Wisenberg, exadjunto de Ken Starr, el investigador del juicio político contra Bill Clinton, sobre el testimonio de Hutchinson.
Para el New York Times, ”no hay duda de que esto establece un caso prima facie de su culpabilidad penal por cargos de conspiración sediciosa”.
”El testimonio de Cassidy Hutchinson fue creíble, escalofriante y muy dañino para el expresidente Trump y sus aliados”, dijo a la AFP Mike Hernández, analista político de Telemundo 51.
Aunque no afectará la percepción de la base leal de Trump, según Hernández, podría convencer a un número suficiente de republicanos de que el expresidente no debería ser el candidato del partido en 2024.
El Servicio Secreto se prepara, según trascendidos citados por AP, para negar bajo juramento la anécdota de la arremetida de Trump y algunos republicanos desestimaron partes del testimonio de Hutchinson como “rumores”, pero pocos rechazaron las acusaciones principales.
