Una mujer estadounidense de 33 años fue detenida tras intentar vender a su hija de un año y medio por 500 dólares y luego abandonarla en la calle. La madre fue identificada como Jessica Woods y fue acusada de abuso infantil.

Según informaron las fuentes policiales, Woods ingresó el 5 de marzo por la noche a un local de asistencia fiscal ubicado en Putnam, en el estado de Florida, y pidió pasar al baño porque la bebé “tenía el pañal sucio”. Al dejarla pasar, uno de los empleados vio cómo la mujer comenzó a golpear a la nena y la enfrentó, por lo cual ambas abandonaron el lugar.

Al día siguiente, el mismo trabajador la encontró nuevamente afuera de la oficina y aseguró que ella le ofreció “venderle” a su hija por 500 dólares. Ante la negativa, Woods reaccionó de manera violenta, se alejó y abandonó a su hija en la calle.

Tras el hecho, el hombre llevó a la nena de 18 meses al Departamento de Policía de Palatka y denunció el accionar de la madre. Allí, oficiales y agentes del área de Defensa de Víctimas tomaron su custodia. Desde entonces, la menor de edad se encuentra en un hogar de tránsito.

Woods fue localizada dos días después del hecho y acusada de cuatro cargos: abuso infantil, negligencia infantil, abandono y venta de un menor por dinero.

La Justicia le impuso una fianza de 255.000 dólares y se espera que en los próximos días se defina su situación procesal.

Conmoción en EEUU: un joven mató de un tiro a su mamá tras confundirla con un delincuente

Una trágica noticia conmocionó a los habitantes de Misuri, Estados Unidos: un joven de 25 años confundió a su mamá con un ladrón y la mató por accidente. Se trata de Jaylen Johnson, quien fue acusado de homicidio y acción armada criminal.

El hecho ocurrió el jueves pasado en las primeras horas de la mañana en un suburbio ubicado en la ciudad de Olivette, cuando Johnson escuchó que alguien entraba a la casa por la puerta trasera. Esto lo extrañó y pensó que podía tratarse de una persona intentando robar, por lo cual decidió agarrar un arma que tenía guardada.

En el intento de protegerse, el joven disparó y, casi al instante, se dio cuenta de que había herido a su mamá y que no había ningún delincuente. Mientras él llamaba al 911, su novia intentó reanimar a la mujer en reiteradas ocasiones aunque, pese a los intentos, Monica McNichols-Johnson murió a los 56 años.

Tras el hecho, las autoridades detuvieron a Johnson afirmando que es un peligro para la comunidad por el contexto en el que se produjo el tiroteo. Se lo acusó de homicidio y se le fijó una fianza de $100.000 dólares.

En diálogo con la prensa local, su abogado William Goldstein expresó que, desde el momento del disparo, el chico está “emocionalmente destruido” y que “no ha parado de llorar”. “Mientras tengamos fácil acceso a las armas en la comunidad, ya sea para bien o para mal, ya sea para defender nuestras instalaciones o cualquier otra cosa, desafortunadamente cosas como esta suceden”, sostuvo.

A su vez, explicó que el chico es un exjugador de fútbol americano y que portaba una pistola por “defensa personal” debido a un trauma que vivió en una situación de robo a mano armada unos meses atrás. Este miércoles tiene que presentarse al tribunal para realizar una revisión del monto de la fianza.