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Bienestar

Las cuatros lesiones ocultas que pueden complicar la salud del tobillo y el pie

Columnista invitado (*) | Pueden ocasionar problemas o secuelas si no son diagnosticadas a tiempo.

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Cuatro lesiones que no son diagnosticadas en tiempo y forma pueden generar mayores problemas, secuelas y muchas veces limitaciones en la vida diaria. Dos de ellas, son el esguince de tobillo y la fascitis plantar.

Las otras dos son las metatarsalgias y el golpe brusco con la punta del dedo gordo. Cada una de ellas puede ocasionar diferentes malestares..

No hay que descuidar los dolores en tobillos y pies (Foto: _KUBE_ - stock.adobe.com)
No hay que descuidar los dolores en tobillos y pies (Foto: _KUBE_ – stock.adobe.com)

Las cuatro lesiones

  1. La más importante es el esguince de tobillo. Sucede muchas veces que durante una práctica deportiva o simplemente al pisar mal, nos torcemos el tobillo (entorsis). Se inflama, se forma un hematoma, se hincha y duele. Cuando vemos que esta situación no mejora inmediatamente o empeora nos dirigimos a una guardia médica, generalmente traumatológica. En ella, nos realizan una radiografía y, si no hay fractura, la indicación es una bota Walker, hielo, reposo. Entonces el esguince se cura, los síntomas y signos desaparecen, pero, al tiempo, el pie se nos empieza a desviar hacia adentro llamándonos fuertemente la atención. Aquí tenemos dos situaciones principales. Una de ellas es la lesión (oculta o no diagnosticada) del tendón del músculo Tibial Posterior y/o ligamento deltoideo (es el interno). Esto provoca un pie plano adquirido que se diferencia rotundamente del otro. Trae dolor y dificultad en el calzado con deformidad de este y su resolución es quirúrgica. La segunda circunstancia es la lesión de la articulación tarso metatarsiana o de lisfranc. Esta provoca que la parte media del pie se tuerza hacia adentro en un proceso lento pero constante. Su resolución es quirúrgica y compleja y suele dejar secuelas. Ambas lesiones son al menos tratables si son diagnosticadas a tiempo.
  2. La fascitis plantar: es el dolor en la planta del pie, generalmente en el talón que puede extenderse hacia los dedos o el tobillo. Esta afección muy frecuente en la actualidad, ya sea por deportistas ocasionales como por el uso de calzado inadecuado, suele ser bastante molesta y hasta invalidante. Sin embargo, es muchas veces mal diagnosticada pudiendo tratarse de un síndrome llamado “Baxter” que es en realidad una neuropatía y cuyo tratamiento es muy distinto.
  3. Las metatarsalgias consisten en dolor debajo de los pies, generalmente en la región central, en la raíz de los dedos. En este caso, el motivo de la consulta es el dolor, pero las causas pueden ser muy diferentes. Desde una simple inflamación por el calzado hasta la necrosis (muerte celular) del metatarsiano como la enfermedad de Freiberg, el neuroma de Morton (tumor benigno del nervio colateral plantar), el síndrome intermetatarsiano o la fractura por estrés. Esta última se produce generalmente por sobrecarga, entendiéndose por eso a una marcha forzada, una trepada a una montaña, una larga caminata o bien una longitud mayor del metatarsiano (heredado). Esta fractura es difícil de diagnosticar, ya que, al no estar desplazada o sea desfasada, no suele verse en las radiografías iniciales. Seguimos con dolor luego de la consulta de guardia y consultamos a las dos o tres semanas. Aquí nos solicitan una radiografía nueva y ahí se ve la fractura o su consolidación. Solemos enojarnos con quien nos atendió en primera instancia, pero en realidad no es culpable. El tratamiento en la mayoría de los casos es “tener paciencia”.
  4. El golpe brusco con la punta del dedo gordo: cuántas veces nos hemos golpeado el dedo gordo contra una mesa, el cordón de la calle, el palo del arco de fútbol. Nos da dolor, se hincha, se pone violeta, etc. Nos ponemos hielo, no hay fractura, se cura al tiempo. ¿Pero qué pasa? Al año o año y medio regresa el dolor (a veces nunca se va), vemos que nos cuesta doblar el dedo hacia arriba, cada vez más y se ha desarrollado lo que se llama “hallux rígidus” o dedo gordo rígido. Esto se produjo por el golpe, el cual aumentó la presión dentro de la articulación y produjo un impacto contra el cartílago liberando sustancias que generan inflamación y daño del cartílago. Así nos produce una articulación artrósica. Es una lesión grave, ya que la artrosis no tiene cura hasta el momento, solo hay paliativos o cirugías reconstructivas que mejoran la situación.

(*) Dr. Fernando G Troilo (M.N.: 91.741 y M.P.: 39.771), médico cirujano especialista en Ortopedia y Traumatología. Miembro titular de la “Sociedad Argentina de Medicina y Cirugía del pie y la pierna”.

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Bienestar

El cigarrillo puede aumentar la grasa visceral aunque una persona parezca delgada

Lo reveló un estudio científico en Dinamarca que analizó los genes relacionados con el tabaquismo y la distribución de la grasa corporal

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“Si dejo de fumar, engordo” es uno de los argumentos que suelen creer las personas que consumen productos del tabaco.

Pero ahora un estudio científico reveló que fumar aumenta el riesgo de tener más grasa visceral -que es la más peligrosa- en la parte profunda del abdomen.

El trabajo fue publicado en la revista Addiction. Fue realizado por los investigadores de Dinamarca. Revelaron que el inicio del tabaquismo y un mayor consumo de tabaco a lo largo de la vida pueden provocar un aumento de la distribución de la grasa abdominal.

“El aumento de la grasa abdominal debido al tabaquismo se caracteriza por un aumento de la grasa visceral. Por lo tanto, los esfuerzos para prevenir y dejar de fumar pueden tener el beneficio añadido de reducir la grasa abdominal”, afirmaron en el trabajo los investigadores Germán Carrasquilla, Mario García-Ureña, María Romero-Lado, y Tuomas Kilpeläinen, que forman parte del Centro de la Fundación Novo Nordisk para la Investigación Metabólica Básica en la Universidad de Copenhague, Dinamarca.

Qué es la grasa viseral

La investigación en Dinamarca encontró que hay una mayor asociación entre fumar tabaco y tener más grasa visceral, que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares (Imagen Ilustrativa Infobae)La investigación en Dinamarca encontró que hay una mayor asociación entre fumar tabaco y tener más grasa visceral, que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares (Imagen Ilustrativa Infobae)

La “visceral” es un tipo de grasa poco saludable que se encuentra en la parte profunda del abdomen. Su presencia aumenta el riesgo de sufrir infarto, diabetes y demencia. Pero es difícil de detectar y puede ocurrir que una persona tenga el vientre plano, pero tenga grasa visceral.

Los investigadores en el centro de Dinamarca quisieron evaluar qué relación había entre el tabaquismo a lo largo de la vida y la grasa abdominal.

Para eso, utilizaron una herramienta de análisis estadístico llamada “aleatorización mendeliana (RM)”. Esta herramienta busca relaciones causales entre exposiciones y resultados (en este caso, tabaquismo y grasa abdominal) y agrupa a las personas según su código genético.

Entonces, aplicaron ese análisis a los resultados de distintos estudios genéticos sobre la exposición al tabaco y la distribución de la grasa corporal.

Para hacer el estudio, usaron una herramienta de análisis estadístico llamada “aleatorización mendeliana (RM)”./Getty ArchivoPara hacer el estudio, usaron una herramienta de análisis estadístico llamada “aleatorización mendeliana (RM)”./Getty Archivo

Se trataba de grandes estudios de ascendencia europea: un estudio sobre el tabaquismo en el que participaron 1,2 millón de personas que acababan de empezar a fumar y más de 450.000 fumadores de toda la vida, así como un estudio sobre la distribución de la grasa corporal que incluyó a más de 600.000 personas.

Así, los científicos identificaron primero qué genes estaban asociados a distintos hábitos de tabaquismo y distribuciones de grasa en el organismo (como la relación cintura-cadera). Luego, utilizaron esa información para averiguar si las personas con determinados genes presentaban distribuciones diferentes a las de otras personas.

Ajustaron los resultados para tener en cuenta otras influencias sobre la grasa corporal, como el consumo de alcohol y el nivel socioeconómico. Descubrieron que el efecto del tabaco en la grasa abdominal era el mismo con independencia de todos los demás factores.

“Al examinar los datos genéticos podemos inferir si una relación es causal, yendo más allá de las asociaciones”, explicó el doctor Carrasquilla, que fue el autor principal del estudio.

Los resultados del estudio en Dinamarca refuerzan las recomendaciones para dejar de fumar tabaco cuanto antes. Se puede pedir ayuda a médicos (Imagen ilustrativa Infobae)Los resultados del estudio en Dinamarca refuerzan las recomendaciones para dejar de fumar tabaco cuanto antes. Se puede pedir ayuda a médicos (Imagen ilustrativa Infobae)

“Nuestro análisis multivariable sugirió que los efectos causales del inicio del tabaquismo y del tabaquismo a lo largo de la vida sobre la obesidad abdominal son independientes del estatus socioeconómico, el consumo de alcohol, el trastorno por déficit de atención/hiperactividad y las conductas de riesgo”, añadió.

Para el investigador, los resultados refuerzan la importancia de los esfuerzos que se están haciendo gran escala para prevenir y reducir el tabaquismo en la población general. Si las personas no se inician en el consumo o abandonan, se puede ayudar a reducir la grasa visceral abdominal y todas las enfermedades crónicas que están relacionadas.

“Reducir un riesgo importante para la salud en la población reducirá, indirectamente, otro riesgo importante para la salud”, sostuvo.

Además del tabaquismo, el consumo de alcohol, el ejercicio, el tabaquismo, una dieta inadecuada con ultraprocesados, y un estilo de vida sedentario pueden contribuir a la formación de grasa visceral (Getty)
Además del tabaquismo, el consumo de alcohol, el ejercicio, el tabaquismo, una dieta inadecuada con ultraprocesados, y un estilo de vida sedentario pueden contribuir a la formación de grasa visceral (Getty)

Consultado por Infobae, el doctor Alejandro Videla, ex presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y jefe del servicio de neumonología del Hospital Universitario Austral, comentó sobre el estudio: “Se trata de una investigación original por el uso de la herramienta de análisis estadístico para evaluar la asociación entre fumar y la grasa visceral”.

En general, la gente que fuma puede ser más delgada, pero en realidad “tienen más tendencia a tener depósito de grasa que se asocia con mayor enfermedad cardiovascular”, señaló el doctor Videla. El hallazgo es otra razón para alentar a las personas a no iniciarse en el consumo o para abandonarlo.

Cuando se deja de fumar tabaco, disminuye el ritmo cardíaco y baja la tensión arterial a los 20 minutos. Al año, el riesgo de tener un infarto baja a la mitad. Se sabe que dejar de fumar tiene beneficios enormes para la salud, incluyendo un mayor bienestar, pero controlar la adicción no resulta fácil. Por eso, se recomienda pedir ayuda a profesionales de la salud, y -si corresponde- acceder a tratamientos farmacológicos que hayan demostrado eficacia.

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